viernes, 23 de noviembre de 2007

LAS TRES MENTES...



“Las personalidades «kalkianas» son irrespetuosas, irreverentes. Este tipo de personalidad de las escuelas pseudo-esotéricas y pseudo-ocultistas han perdido, no sólo el sentido de la auténtica devoción y de la verdadera religiosidad, sino también el de la veneración a los Patriarcas antiguos. Así que la humanidad, pudiendo ser dirigida por religiones verdaderamente sabias, se ha degenerado en sus sabihondeces ridículas, formándose así la «personalidad kalkiana»”.“Conviene que se sepa confrontar una «personalidad kalkiana» con una personalidad auténticamente esoterista. ¿Cuál es su diferencia? La «personalidad kalkiana» está llena de sabihondeces, embotellada en el Dogma de la Evolución, mal informada sobre la constitución interna del hombre, desconoce los misterios tántricos, teme el desarrollo de la Serpiente Ignea en la espina dorsal, y además, el hecho de estar atiborrada de teorías produce en ella una sensación de auto-suficiencia”.“Incuestionablemente, la «personalidad kalkiana» es víctima del auto-engaño. Cree haberlo logrado todo cuando no ha logrado nada y lo peor es que ha perdido el sentido de la veneración, ha olvidado la verdadera y auténtica religiosidad, ha perdido también la humildad ante el Logos Creador. Esta es la «personalidad kalkiana»”.Existen por doquiera muchos bribones del intelecto sin orientación positiva y envenenados por el asqueante escepticismo. Ciertamente, el repugnante veneno del escepticismo, contagió a las mentes humanas en forma alarmante desde el siglo XVIII.Antes de aquel siglo la famosa isla Nontrabada o Encubierta, situada frente a las costas de España, se hacía visible y tangible constantemente. No hay duda de que tal isla se halla ubicada dentro de la cuarta vertical. Muchas son las anécdotas relacionadas con esa isla misteriosa. Después del siglo XVIII la citada isla se perdió en la eternidad, nadie sabe nada sobre la misma.En las épocas del Rey Arturo y de los caballeros de la mesa redonda, los elementales de la naturaleza se manifestaron por doquiera, penetrando profundamente dentro de nuestra atmósfera física.Son muchos los relatos sobre duendes, genios y hadas que todavía abundan en la verde Erim, Irlanda; desafortunadamente, todas estas cosas inocentes, toda esta belleza del alma del mundo, ya no es percibida por la humanidad debido a las sabihondeces de los bribones del intelecto y al desarrollo desmesurado del Ego animal.Hoy en día los sabihondos se ríen de todas estas cosas, no las aceptan aunque en el fondo, ni remotamente hayan logrado la felicidad. Si las gentes entendieran que tenemos tres mentes, otro gallo cantaría, posiblemente hasta se interesarían más por estos estudios.Desgraciadamente los ignorantes ilustrados, metidos en el recoveco de sus difíciles erudiciones, ni siquiera tienen tiempo para ocuparse de nuestros estudios seriamente. Esas pobres gentes son auto-suficientes, se hallan engreídas con el vano intelectualismo, piensan que van por el camino recto y ni remotamente suponen que se encuentran metidas en un callejón sin salida.En nombre de la verdad debemos decir que en síntesis, tenemos tres mentes. A la primera podemos y debemos llamarla Mente Sensual, a la segunda la bautizaremos con el nombre de Mente Intermedia. A la tercera la llamaremos Mente Interior.Vamos ahora a estudiar cada una de estas tres Mentes por separado y en forma juiciosa. Incuestionablemente, la Mente Sensual elabora sus conceptos de contenido mediante las percepciones sensoriales externas. En estas condiciones la Mente Sensual es terriblemente grosera y materialista, no puede aceptar nada que no haya sido demostrado físicamente.Como quiera que los conceptos de contenido de la Mente Sensual tienen por fundamento los datos sensoriales externos, indubitablemente nada puede saber sobre lo real, sobre la verdad, sobre los misterios de la vida y de la muerte, sobre el alma y el espíritu, etc.Para los bribones del intelecto, atrapados totalmente por los sentidos externos y embotellados entre los conceptos de contenido de la mente sensual, nuestros estudios esotéricos les son locura. Dentro de la razón de la sin razón, en el mundo de lo descabellado, ellos tienen razón debido a que están condicionados por el mundo sensorial externo. ¿Cómo podría la Mente Sensual aceptar algo que no es sensual?Si los datos de los sentidos sirven de resorte secreto para todos los funcionalismos de la Mente Sensual, es obvio que estos últimos tienen que originar conceptos sensuales. Voy a narrar, para dar más comprensión a estas palabras, algo muy interesante. Hubo una vez un gran Congreso en Babilonia, en la época del esplendor egipcio. Vinieron gentes de Asiria, Egipto, Fenicia, etc.El tema resultaba interesante: se quería saber, a base de puras discusiones analíticas, si el ser humano tenía o no Alma. Es obvio que los cinco sentidos se habían degenerado demasiado; sólo así podemos explicarnos por qué esas gentes escogieron ese tema como motivo del Congreso. En otros tiempos, un Congreso así, hubiera resultado ridículo; nunca se les hubiera ocurrido a los «Lemures» celebrar un Congreso de ese tipo; a las gentes del Continente «Mu», les bastaba salirse del cuerpo físico para saber si tenían o no tenían Alma, y lo hacían con una facilidad tremenda.Tanto en favor como en contra, hubo muchas discusiones. Al fin subió a la Tribuna de la Elocuencia, un gran sabio asirio, educado en los misterios de Egipto, y habló enérgicamente, diciendo: «La razón nada puede saber sobre la Verdad, sobre lo Real, sobre el Alma inmortal; la razón, lo mismo sirve para sostener una teoría espiritualista, o una materialista; podría elaborar una tesis espiritualista con una lógica formidable; también podría estructurar, por oposición, una tesis de tipo materialista, con una lógica similar»...«De manera que la Razón subjetiva, sensualista, nutrida con los datos aportados por los cinco sentidos, da para todo: puede fabricar tesis de tipo espiritualista o de tipo materialista; entonces, no es algo en lo que se pueda confiar... Existe un sentido diferente, que es el de la PERCEPCION INSTINTIVA DE LAS VERDADES COSMICAS (es una facultad del Ser). Pero la Razón subjetiva no puede, por sí misma, darnos verdaderamente ningún dato sobre la Verdad, sobre lo Real; nada puede saber la Razón sensualista sobre los Misterios de la Vida y de la Muerte»...«Ustedes no pueden saber, con sus racionalismos, nada sobre la Verdad, sobre el Alma o sobre el Espíritu; la Mente racionalista no puede saber nada de eso»...Habló aquel hombre con mucha elocuencia, y luego se retiró, se apartó definitivamente de todo escolasticismo; prefirió dejar a un lado el racionalismo subjetivo y desarrollar en sí mismo aquella facultad ya citada por él, y que se conoce con el nombre de «PERCEPCION INSTINTIVA DE LAS VERDADES COSMICAS», facultad que otrora tuviera la Humanidad en general, pero que se atrofió conforme el «Yo psicológico», el «Mí Mismo», el «Sí Mismo», se fue desarrollando...Aquel sabio Asirio, egresado de Egipto, dicen que apartado de toda escuela, se fue a cultivar la tierra y a confiar exclusivamente en esa prodigiosa facultad del Ser. Si vamos un poco más lejos encontraremos, como ya informáramos al paciente lector, que hay una mente diferente a la Mente Sensual, nos referimos a la Mente Intermedia.La Mente Intermedia es diferente, sin embargo tampoco sabe nada en forma directa sobre lo real, se limita a creer y eso es todo. En la Mente Intermedia están las creencias religiosas, los dogmas inquebrantables, etc. Los datos aportados por todas las escuelas religiosas van elaborando un molde espiritual, dogmático y anticuado, en la débil mente humana. Esa forma de pensar, llamémosla, «creyente», es la base de la Mente Intermedia. Más allá de esta Mente, más allá de «creer o no creer», se encuentra la Mente Interior.La Mente Interior es fundamental para la experiencia directa de la verdad. Indubitablemente la Mente Interior elabora sus conceptos de contenido con los datos aportados por la conciencia superlativa del Ser. Incuestionablemente la conciencia puede vivenciar y experimentar lo real. No hay duda de que la conciencia sabe sobre la verdad. Sin embargo para la manifestación, la conciencia necesita de un mediador, de un instrumento de acción, y éste en sí mismo es la Mente Interior.La conciencia conoce directamente la realidad de cada fenómeno natural, y mediante la Mente Interior puede manifestarla. Abrir la Mente Interior sería lo indicado a fin de salir del mundo de las dudas y de la ignorancia. Jesús, el Gran Kabir, advierte a sus discípulos diciéndoles: «Cuidaos de la levadura de los saduceos y de la levadura de los fariseos». Es ostensible que Jesús el Cristo con esta advertencia, se refirió a las doctrinas de los materialistas saduceos y de los hipócritas fariseos.La Mente sensualista, en los Evangelios, es conocida, con todas sus teorías, como la «LEVADURA DE LOS SADUCEOS», es decir, de las doctrinas materialistas, ateístas, como la Dialéctica marxista, por ejemplo. Estas son doctrinas de los sentidos.La «LEVADURA DE LOS FARISEOS» corresponde a la Mente Intermedia. Y, ¿quienes son los «Fariseos»? Son aquellos que asisten a sus Templos, a sus Escuelas, Religiones y Sectas, para que todos los vean. Escuchan la Palabra, pero no la hacen en sí mismos. Son como el hombre que se mira en un espejo y se va; únicamente asisten a sus ritos para que otros los vean, pero nunca trabajan sobre sí mismos, y eso es gravísimo. Se contentan con las simples creencias, no les interesa la transformación íntima. Total, pierden su tiempo miserablemente y fracasan.Don Emmanuel Kant, el filósofo, hace una distinción entre «La Crítica de la Razón Subjetiva» y «La Crítica de la Razón Pura»; no hay duda que la Razón Subjetiva, racionalista, jamás podría aportarnos nada que no perteneciese al mundo de los cinco sentidos. El intelecto, en sí mismo, es racionalista y subjetivo; siempre que oye un tema sobre Reencarnación, o sobre el Karma, exige pruebas, demostraciones; pero las verdades, que sólo pueden ser percibidas por la Mente Interior, no podrían ser demostradas a la gente sensualista.Exigir pruebas sobre eso en el mundo sensorial externo, equivale a exigirle a un bacteriólogo que estudie a los microbios con un telescopio, o algo así como exigirle a un astrónomo que estudie a las estrellas con un microscopio...Exigen, sí, pero las pruebas no se le pueden dar a la Razón Subjetiva, porque ésta no tiene nada que ver con aquéllo que no pertenece al mundo de los cinco sentidos. Los temas como el de la Reencarnación, el Karma, la vida Post-Mortem, etc., son de hecho exclusividad de la Mente Interior, jamás de la Mente Sensual.Amigo lector, si la Razón es un elemento pobre de cognición, ¿piensa que la solución está en la Mente Intermedia? ¡Claro que no! En las creencias uno solo encuentra dogmatismo, fanatismo y suprema ignorancia. No hay duda que la fe es algo diferente. Distíngase entre fe y creencia. Las creencias se encuentran depositadas en la Mente Intermedia, la fe es característica de la Mente Interior.La fe es percepción directa de lo real; sabiduría fundamental; vivencia de eso que está más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente. Desafortunadamente existe siempre la tendencia general a confundir la creencia con la fe. Aunque parezca paradójico enfatizaremos lo siguiente: «EL QUE TIENE FE VERDADERA NO NECESITA CREER».Es que la fe auténtica es sapiencia vívida, cognición exacta, experiencia directa. Sucede que durante muchos siglos se ha confundido la fe con la creencia y ahora cuesta mucho trabajo hacerles comprender a las gentes que la fe es sabiduría verdadera y nunca vanas creencias.Los funcionalismos sapientes de la mente interior, tienen como resortes íntimos todos esos datos formidables de la sabiduría contenida en la conciencia.Quien ha abierto la Mente Interior recuerda sus vidas anteriores, conoce los misterios de la vida y de la muerte, no por lo que haya leído o dejado de leer, no por lo que otro haya dicho o dejado de decir, no por lo que se haya creído o dejado de creer, sino por la experiencia directa, vívida, terriblemente real.Esto que estamos diciendo no le gusta a la mente sensual, no puede aceptarlo porque se sale de sus dominios, nada tiene que ver con las percepciones sensoriales externas, es algo ajeno a sus conceptos de contenido, a lo que le enseñaron en la escuela, a lo que aprendió en distintos libros, etc., etc., etc.Esto que estamos diciendo tampoco es aceptado por la Mente Intermedia porque de hecho contraría sus creencias, desvirtúa lo que sus preceptores religiosos le hicieron aprender de memoria, etc. Comprendamos con todo esto, que ni la Mente Sensual ni la Mente Intermedia nos sirven para conocer la Verdad. Alejémonos, como decía Jesús el Cristo, de la «LEVADURA DE LOS SADUCEOS Y DE LOS FARISEOS», y pensemos en abrir la MENTE INTERIOR.¿Cómo la abriremos? Es evidente que no sería posible abrir la Mente Interior si no aprendemos a PENSAR PSICOLOGICAMENTE. Incuestionablemente, cuando alguien empieza a observarse a sí mismo, es señal de que ha empezado a pensar psicológicamente.En tanto uno no admita la realidad de su propia psicología y la posibilidad de cambiarla fundamentalmente, indubitablemente no siente la necesidad de la auto-observación psicológica.Cuando uno acepta la doctrina de los muchos y comprende la necesidad de eliminar los distintos yoes que carga en su psiquis con el propósito de liberar la conciencia, la esencia, indubitablemente de hecho y por derecho propio inicia la auto-observación psicológica.Obviamente la eliminación de los elementos indeseables que en nuestra psiquis cargamos origina la apertura de la Mente Interior. Todo esto significa que la citada apertura es algo que se realiza en forma graduativa, a medida que vayamos aniquilando los elementos indeseables que llevamos en nuestra psiquis.Quien haya eliminado los elementos indeseables en su interior en un ciento por ciento, obviamente habrá abierto su mente interior en un ciento por ciento. Una persona así poseerá la fe absoluta. Ahora comprenderéis las palabras del Cristo, cuando dijo: «Si tuvieseis fe como un grano de mostaza moveríais montañas».

VENERABLE MAESTRO SAMAEL AUN WEOR.