jueves, 19 de julio de 2007

EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA...


El Despertar de la Conciencia:


Es urgente que sepamos que la humanidad vive con la conciencia dormida. Las gentes trabajan soñando, las gentes andan por las calles soñando, las gentes nacen, viven y mueren soñando.
Cuando hemos llegado a la conclusión de que todo el mundo vive dormido, comprendemos la necesidad de despertar. Necesitamos el despertar de la conciencia, queremos el despertar de la conciencia.
Las gentes confunden a la conciencia con la inteligencia o con el intelecto y a la persona muy inteligente o muy intelectual, le dan el calificativo de muy consciente. Nosotros afirmamos que la conciencia en el hombre es fuera de toda duda y sin temor a engañarnos, una especie muy particular de "aprehensión" de conocimiento interior, totalmente independiente de toda actividad mental
La facultad de la conciencia nos da conocimiento integro de lo que es, de donde está, de lo que realmente se sabe, de lo que ciertamente se ignora.
La psicología revolucionaria enseña que sólo el hombre mismo puede llegar a conocerse a sí mismo.
Sólo nosotros podemos saber sí somos conscientes en un momento dado o no. El hombre mismo y nadie más que él puede darse cuenta por un instante, por un momento de que antes de ese instante, antes de ese momento, realmente no era consciente, tenía su conciencia muy dormida, después olvidará esa experiencia o la conservará como un recuerdo, como el recuerdo de una fuerte experiencia.
Es urgente saber que la conciencia en el animal racional no es algo continuo, permanente. Normalmente la conciencia en el animal intelectual llamado hombre, duerme profundamente.
Raros, muy raros son los momentos en que la conciencia está despierta; el animal intelectual trabaja, conduce carros, se casa, muere, etc., con la conciencia totalmente dormida y sólo en momentos muy excepcionales despierta.
La vida del ser humano es una vida de sueños, pero él cree que está despierto y jamás admitirá que está soñando, que tiene la conciencia dormida: si alguien llegara a despertar se sentiría espantosamente avergonzado consigo mismo, comprendería de inmediato su payasada, su ridiculez. Esta vida es espantosamente ridícula, horriblemente trágica y rara vez sublime. La enseñanza gnóstica tiene por objeto despertar conciencia. De nada sirven diez o quince años de estudios en la escuela, el colegio y la universidad, si al salir de las aulas somos autómatas dormidos. No es exageración afirmar que mediante algún gran esfuerzo puede el animal intelectual ser consciente de sí mismo tan sólo por un par de minutos.


LA IDENTIFICACION:


Jamás resulta tarea fácil eliminar las emociones negativas; perder toda identificación con nuestro propio tren de vida; problemas de toda índole: negocios, deudas, pago de letras, hipotecas, teléfono, etc., etc.
Esta identificación de nuestros problemas nos hace abstraernos de nosotros mismos, andamos soñando, fascinados con nuestros problemas.
Es necesario dejar de soñar, es necesario despertar conciencia; y ese proceso del despertar debe realizarse en todo momento, en todo lugar.
El ser humano no sólo sueña cuando su cuerpo físico duerme, sino que también sueña cuando su cuerpo físico no duerme.
Cuando uno se acuerda de sí mismo, cuando trabaja sobre sí mismo, cuando no se identifica con todos los problemas y penas de la vida, de hecho va por la senda vertical.
El trabajo sobre sí mismo es la característica fundamental de la rebeldía psicológica, de la transformación del ser humano, se ocupa de cierta transformación del momento presente en que nos encontramos.
Necesitamos aprender a vivir de instante en instante.
Vivir en plena atención, en plena auto-observación de nosotros mismos, vivir alertas a lo que pensamos, sentimos y actuamos; es definitivo, hay que dejar de soñar, de vivir fascinados identificados con todos los problemas.
Un buen ejemplo es el caso de María que va caminando por la calle y no escucha el saludo de un amigo, en el momento preciso que ella se decía en la mente: Por la tarde le pagaré a la modista y…
En este caso María no recibió el saludo de su amigo, por la falta de conciencia en lo que hace. Pues su pensamiento es.


LA AUTO-OBSERVACION:


A medida que uno trabaja sobre sí mismo se va comprendiendo cada vez más y más, la necesidad de eliminar radicalmente de su naturaleza interior todo eso que nos hace tan abominables.
El sentido de la auto-observación íntima se encuentra atrofiado en todo ser humano; trabajando seriamente, auto-observándose de momento en momento. Tal sentido se desarrolla en forma progresiva.
Ante el sentido de auto-observación íntima cada uno de esos yoes que en nuestro interior habitan, asumen realmente ésta o aquella figura secretamente afín con el defecto personificado por la misma. Indubitablemente la imagen de cada uno de estos yoes tiene cierto sabor psicológico inconfundible mediante el cual captamos, capturamos, atrapamos, instintivamente su naturaleza íntima y el defecto que la caracteriza.
Es necesario tomar nota sobre nuestros estados psicológicos diarios, si es que de verdad queremos cambiar definitivamente.
Antes de acostamos conviene que examinemos nuestros hechos ocurridos en el día, las situaciones embarazosas, la carcajada estruendosa y la sonrisa sutil.
Mucho tenemos que eliminar y mucho tenemos que adquirir. Se hace necesario hacer un inventario para saber cuánto nos sobra y cuánto nos falta. Es claro que el yo pluralizado (nuestros defectos) salen sobrando, es algo inútil y perjudicial.
Si queremos dejar de ser máquinas, si queremos despertar conciencia, tener verdadera capacidad de hacer, es urgente empezar por conocernos a sí mismos y luego disolver el yo psicológico (defectos). Cuando el yo pluralizado se disuelve sólo queda de nosotros el ser verdadero.
Un gran hombre después de haberse estudiado a sí mismo descubrió que tenía doce defectos, que le estaban perjudicando. Este hombre dijo: "Así como es imposible cazar doce liebres al mismo tiempo, porque cazador que lo intentara no cazaría ninguna, así también es imposible acabar con mis doce defectos al mismo tiempo".
Este hombre llegó a la conclusión de que sería mejor acabar primero un defecto y luego otro. Decidió dedicarle dos meses a cada defecto.
Cuando el hombre llegó a los 24 meses ya no tenía los defectos, había acabado con los defectos que le impedían llegar al triunfo. El resultado fue maravilloso. Esto hombre se convirtió en el primer ciudadano de los Estados Unidos, su nombre: Benjamín Franklin.
La enseñanza gnóstica da el método necesario para terminar con los defectos.


DIVISION DE LA ATENCION:


Hay que dividir la atención en tres aspectos:


SUJETO OBJETO LUGAR :


Tenemos que dividir la atención en tres aspectos, necesitamos comprender la honda significación del momento en que estamos accionando; ejemplo: Observad cuidadosamente a un cineasta; se encuentra dormido en su asiento, todo lo ignora, se ignora a sí mismo, está hueco, parece un sonámbulo, sueña con la película, se ha olvidado de sí mismo, cayó en el sueño profundo de la fantasía, ignora de que existe, de quien es él.
La atención consciente excluye eso que se llama identificación. Cuando nos identificamos con las personas, con las cosas, con las ideas, viene la fascinación y esa última produce sueño en la conciencia.
Tenemos que preguntarnos interiormente: ¿Quién Soy? (Sujeto); debe de preguntarse conscientemente, saber que existe, tocarse, sentirse. Seguidamente, objeto: Hay que darse cuenta de lo que se está haciendo, pues así no caemos en el error de dormir la conciencia: deberá preguntarse la razón de la acción ejemplo: ¿Qué estaré haciendo?. Esto deberá hacerse mentalmente.
Ahora viene el tercer aspecto, que es el lugar: Es de vital importancia preguntarse el lugar donde se está, deberá de observar las cosas que lo rodeen, los colores de los objetos.
El ser humano fascinado, no se acuerda de sí mismo. Nosotros debemos auto recordarnos a nosotros mismos de instante en instante. Necesitamos auto recordarnos en presencia de toda representación que pueda fascinarnos.
Detengámonos ante toda representación preguntándonos ¿Quién soy? ¿Que estaré haciendo? ¿Dónde estoy? y luego preguntarse: ¿Estaré en el plano físico o estaré fuera de mi cuerpo?... Es lógico que si la gente vive dormida día y noche, no puede conocer el estado astral, no puede diferenciar la tercera dimensión de la cuarta dimensión, o sea el mundo de los sueños; nunca podrá saber mientras no practique el despertar de la conciencia. Dividiendo la atención en los tres aspectos lograremos entrar conscientemente al mundo de los sueños, allí encontraremos la respuesta que siempre necesitábamos para llenar el vacío interior.
Sabed que el astral o mundo de los sueños, las cosas se ven tal como aquí en el plano físico. Las gentes durante el sueño y después de la muerte ven todo allí en forma tan igual al mundo físico, que ni siquiera sospechan por ello hallarse fuera del cuerpo físico.
Aquí tenemos un ejemplo más claro del primer aspecto:
SUJETO
Maria Luz Fajardo se hace la pregunta del SUJETO. Y para darse cuenta de que existe en cualquiera de las dimensiones se observa detenidamente y se toca su cuerpo con el propósito de sentirse segura y de no caer en la fascinación. Todos los errores que comete el ser humano en la vida, se deben a que se olvida de sí mismo, se identifica, se fascina y cae en el sueño.
El segundo aspecto: OBJETO.
María Luz, se pregunta a sí misma cuál es su objetivo, qué está haciendo. Toda persona que quiera practicar los tres aspectos, deberá de preguntarse conscientemente, ejemplo: si está trabajando, dirá: estoy trabajando; si está comiendo dirá: estoy comiendo, etc., etc.
Esto nos da una razón más clara para asegurarnos de lo que vamos a hacer, y no equivocarnos. Hay que hacerse la pregunta mentalmente con relación al tercer aspecto de la división de la atención que corresponde al LUGAR. Tenemos que ser conscientes al preguntarnos, ¿Dónde estamos?. Porque muchas veces estamos en una playa y nuestro pensamiento lo tenemos en problemas del trabajo: por lo tanto no nos damos cuenta de dónde estamos.
EL DISERNIMIENTO:

Es necesario preguntarnos los tres aspectos y luego saltar a todo instante, para así no fascinarnos de las cosas y saber si estamos en el cuerpo físico o en el cuerpo de los sueños, pues sucede que todo lo que hacemos durante el día, se repite durante la noche cuando soñamos, y al saltar en cuerpo físico no sucede nada irregular, pero sí cuando lo hagamos en el cuerpo de los sueños: al saltar en cuerpo de los sueños o astral quedamos levitando en el espacio y entonces así vamos comprobando que además del cuerpo físico tenemos el cuerpo de los sueños, astral o del alma, con el cual al tener seguridad de nuestra existencia, podemos averiguar todo lo espiritual comprobablemente.
Si hay problema en hacer el saltito, por la mirada de las personas que desconocen la Enseñanza, hay otra manera más disimulada de comprobar nuestro estado.
La otra forma como debe la persona de practicar es halándose un dedo con la intención de estirarlo. Es obvio, que si no se estira al intentarlo, es porque estamos en cuerpo físico, pero al acostumbrarnos a practicar constantemente, cada vez que haya algo raro ante nuestros ojos, debemos de comprobarlo halándonos un dedo.
Cuando estemos en astral y lo hagamos también, ya que todo se repite en el mundo de los sueños, veremos como se estirará nuestro dedo ante nuestro asombro, lograremos comprobar que estamos en cuerpo astral.
Cuando el estudiante comprueba que está fuera de su cuerpo físico, se encuentra en capacidad de conocer en su plenitud los misterios de la vida y de la muerte.
Puede tener contactos directos con los Venerables Maestros de la Logia Blanca, los cuales le darán las llaves de todos los conocimientos secretos de la humanidad y de hecho será un habitante del cosmos infinito.


VENERABLE MAESTRO SAMAEL AUN WEOR...